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jueves, 18 de noviembre de 2010

El elixir

Extracto de ala de libélula, dos plumas de colibrí, sangre de pavo real, cuatro colas de luciérnaga, estragón, pétalos de azafrán, un diente de oro, jalea real, baba de caracol, un decilitro de aceite de oliva virgen extra y dos hojas de laurel. Calentar en olla de cobre con un litro de agua destilada hasta llevar a ebullición; tapar la olla con un trapo blanco recién lavado y dejar reposar unos diez minutos. Servir en cuenco de barro.

Con esta receta conseguirás hacerte más guap@, más list@ y ganarás vigor, con una toma semanal es suficiente. Recuerda, eso sí, pasarte por mi consulta, una vez a la semana, para ir comprobando resultados. De momento dame noventa euros, para la siguiente consulta te hago precio. Recuerda, cuanta más fe tengas, más efecto te hará. Si no sientes nada, pásate por mi consulta, sin compromiso, que te hago precio especial. Para el tema del dolor de espalda tendrás que venir en otra ocasión y te doy una receta buenísima.

En la época de Torquemada se mandaba a las brujas a la hoguera, a día de hoy se las venera. Ni tanto, ni tan poco. Lo que no me parece correcto es el interés por quitar los anuncios de sexo en los diarios cuando los que se gastan la pasta ello ya saben lo que estos ofertan, echar un polvo y poco más; no engañan a nadie, son para foguearse. Más gravedad le veo yo a un anuncio de tarot, aderezado con fotografía de personaje pañoletero, mirada sibilina y que propone resolver todos tus conflictos con un puñado de piedras, unas cartas o la bola de cristal. Si los magos de la tele no hacen magia de verdad, sabemos que son trucos para ilusionar, ¿porqué pensamos que los brujos sí son capaces?. Es una incognita que quizá pueda resolvernos algún misterioso chamán de tribu amazónica. Para mí, son usurpadores de sentimientos, unos bandidos que suelen aprovecharse de la desgracia ajena para filtrar por ese hueco de debilidad toda su artillería.