Buscar

jueves, 11 de noviembre de 2010

Filosofando un rato

Sobran tres tíos en esta mesa. Cuanto más prolonguemos la cena, más indeseables se volverán. Es una pena tener que abortar los planes por tremendos gilipollas. Por mi parte se lo digo y acabamos con esta mentira, para mí son personas non gratas. Están haciéndonos sentir estúpidos y por ahí si que no paso.

Puedo entender que haya gente que le apetezca hablar de Kant, Nietze, Descartes, Platón y su caverna, los primeros sofistas y la filosofía renacentista. Lo que no comparto son las conversaciones creadas con intención de aparentar un conocimiento por encima de la media, regodeandose de ello, minusvalorando conversaciones ajenas. Si os escuchara un estudioso del tema, se le revolverían las tripas por motivo de vuestra inadvertida ignorancia.

Aunque mis estudios de filosofía terminaron cuando hice COU, son suficientes para juzgaros. No quiero entrar más a trapo porque no lo merecéis. Imaginaros cuanto sabéis.

Hace pocos meses me encontraba con unos amigos largando una teoría grandilocuente acerca del concepto de la igualdad de derechos hasta que una chica me miró, escéptica, y dijo: " no puede haber igualdad, hay que darle más a los que menos tienen". Tenía toda la razón, seguro que en ese momento pensó de mí lo que yo pensaba de otros un párrafo más arriba.